En los koryu japoneses, hay dos conceptos que no suelen ser muy conocidos en estilos marciales que no se fundamentan en una escuela tradicional.

Entrada o aceptación de la escuela

El primer concepto es el de aceptación o entrada a la escuela.  Se llama Nyūmon (入門) Hay estilos que después de un entrenamiento básico, dan la bienvenida al nuevo alumno y hay quien lo hace en el primer examen, donde se suele realizar la inversión en el uniforme de la escuela y recibir el primer grado. El kanji usado es el de puerta y el de entrar, donde pretende dar el significado de atravesar una puerta y pasar a otro sitio reservado, paso que no todos hacen. No en vano, los kanji usados significan «entrar» y «puerta».

Hay escuelas que lo llaman Oku-iri (奥入), donde se usa el mismo kanji de entrada, pero en vez de puerta, usa el que significa «interno», o secreto, donde la persona es aceptada en la escuela y puede acceder a conocimientos internos o secretos, vedados para los que están fuera. Si hay un contrato con firma de sangre se llama keppan (血判), que significa, justamente eso, «Sello de sangre», firmar un contrato, algunos con su propia sangre, como señal de compromiso de lealtad con la escuela.

Como se recomienda «firmar» un keppan

Hay escuelas que tienen un programa de práctica para los alumnos «normales», y luego, otro programa diferente para los que han firmado el compromiso. Puede llegar a requerir un entrenamiento de 5 a 7 años para ser aceptado en la parte «interna» de la escuela.

Expulsión de la escuela

Un concepto no muy conocido es el de Hamon (破門) o expulsión. Usa el kanji de puerta, pero le precede el que significa «roto» o «rotura», dando a entender que la puerta que separa a la gente común de la especial de la escuela, queda rota para esa persona. Perdiendo así tanto el acceso a dicha escuela, como a sus conocimientos.

Como una escuela es algo «propiedad» del cabeza de família, es quien decide lo que se hace, en el caso que la expulsión sea impuesta por el soke, se suele borrar todo registro de esa persona de la escuela.

Esta expulsión puede ser por cualquier actividad causada por la persona que haya sido totalmente en contra de la escuela o sus representantes. Puede ser cualquier falta grave de respeto repetido, etc. Suele ser difícil que se haga, ya que se trata de evitar la lista de problemas que puede causar. A menudo, se le dan indirectas o avisos oficiales para que desista de su actividad, pero si persiste, no queda otra opción.


Como veis, son dos conceptos opuestos o extremos de un estilo marcial, pero con sus sutilezas interesantes.

Si queréis más información, os recomiendo el libro «Koryu» de Ellis Amdur, traducido al castellano. En su capítulo 10 trata muy a fondo el tema de los Keppan.

¿Los conocíais?

Xavi Vila