Okiagari-koboshi (起き上がり小法師) quiere decir literalmente “pequeño monje que se pone de pie”. Se trata de un muñeco tentetieso tradicional japonés, originario de la zona de Aizu (Prefectura de Fukushima), hecho, originalmente, con papel-maché. Está concebido de tal manera que siempre (bueno, casi siempre) vuelve a la posición vertical aunque se le intente volcar hacia cualquierr lado. Los okiagari-koboshi han formado parte de los juguetes de los niños japoneses desde hace mucho tiempo; ya se mencionaban en unos escritos del siglo XIV.
Durante el Tokaichi (十日市) o Mercado del décimo día, los asistentes sueltan unos cuantos muñecos a la vez y se dice que los que se mantienen de pie son los que traen buena fortuna.
Se dice que estos muñecos también simbolizan la perseverancia y la resistencia ante la adversidad. Recuerdan este viejo proverbio japonés: “七転び八起き“ que viene a ser: «7 veces me caigo, 8 me levanto”.
Según algunas zonas de Japón, tienen la tradición, de regalar un muñeco por cada persona de la familia, más uno, con la esperanza de que nazca un bebe durante el año.
Es un juguete fácil de hacer, barato de comprar y que puede hacer que un niño (y un no tan niño) pasen un buen rato de juego!! Por supuesto, también se pueden comprar, pudiendo encontrar una gran variedad de figuritas como las de la imagen de este artículo.
Xavi Vila